La Asociación Navahermosa Viva Participa sigue dinamizando culturalmente su pueblo
El medio rural andaluz afronta el serio peligro de su despoblamiento. Al igual que la llamada ‘España Vaciada’, la emigración de los jóvenes y la falta de recursos vitales empuja a los habitantes de los pueblos a la forzosa salida en busca de mejores horizontes. El Reto Demográfico exige inversiones en educación, sanidad, comunicaciones digitales y viarias, así como oportunidades laborales que fijen la población al territorio. Pero también es necesario dinamizar las aldeas para que la gente encuentre razones para vivir en ellas.
La Asociación Navahermosa Viva Participa es un ejemplo en este apasionante e imprescindible reto, organizando actividades de calado, como las Veladas Cucas, citando a vecinos y visitantes a compartir gastronomía, charla y vivencias bajo la luz de la luna.
Las convivencias repiten, tras el éxito del verano anterior, y ya han realizado este curso tres actos, con una concurrencia de más de 70 personas en cada cita, más del doble de los vecinos habituales de la aldea. La inauguración tuvo lugar el día 1 de julio en el emblemático e idílico lugar de El Talenque, uno de los últimos robledales que quedan en el Parque Natural Sierra de Aracena y Aroche. La música del grupo ‘Sin ton ni son’, que se han convertido ya en amigos de la aldea, amenizó la noche, que quedó aderezada de recuerdos como las andanzas del cartero por la calle Sierpes de la aldea. El sorteo de una exquisita paletilla y otras viandas aportadas de forma solidaria por los asistentes aportó el contrapunto gastronómico, necesario para reunir a los comensales en una mesa y que la charla se convierta en destacada protagonista.
El segundo turno se desarrolló el 15 de julio en los exteriores del Salón Multiusos de Navahermosa, bajo el nombre ‘Ven y triunfa’, teniendo como invitados a la Asociación Vecinal y Cultural Aldea de Las Chinas, y proponiendo iniciativas lúdicas y tradicionales, como los juegos de mesa del parchís, dados, dominó o cartas.
La tercera cita se denominó ‘Alimenta tu mente’, tuvo a la Asociación Cultural Lieva como entidad invitada y contó con numerosas actividades. El escritor e investigador aracenés Mario Rodríguez García presentó su libro ‘El esfuerzo de nacer’, compuesto por relatos de la Segunda República, la Guerra Civil y la dura postguerra.
Lieva repartió el ‘Boletín Navahermosa Cultura y Patrimonio’, que se convertirá en un periódico producto cultural con datos y documentos históricos de la aldea; el primer número ha estado dedicado a ‘Navahermosa, historia y calidad de vida’, con aportaciones del presidente de la asociación local, Jesús Sánchez.
Además, la entidad invitada anunció la noticia de que había sido aceptada por el Instituto Geológico y Minero de España la propuesta para que la Asociación Navahermosa Viva Participa comparta el apadrinamiento del Lugar de Interés Geológico Mármoles de Navahermosa, (LIG AND374) que Lieva inició en 2019 desde el programa ‘Apadrina una Roca’.
La próxima convocatoria tendrá lugar el sábado 12 de agosto, con la Asociación Cachonera de Personas Mayores. Aprovechando la experiencia del presidente de esta entidad, Pepe Romero, se propondrá que ‘Juguemos con las Matemáticas’, con trucos, desafíos y adivinanzas que pondrán en liza la magia de los números.
La fiesta de claurusa de esta segunda edición de las Veladas Cucas llegará el 26 de agosto, con animación, karaoke, música y convivencia vecinal.
En su año de vida, la asociación ya ha organizado concursos, fiestas populares, convivencias, rutas, ferias del libro o conferencias que han atraído la atención de los vecinos del lugar y de otros lugares.
Como estas Veladas Cucas, sus iniciativas pretenden fomentar la calidad de vida en la aldea, para concienciar de la atención que deben tener estos lugares de la Andalucía Vaciada que luchan por mantenerse vivos.
La empresa Maptypia explota el monte de forma sostenible para obtener este producto
El pinar es uno de los pilares de la riqueza ambiental en la provincia de Huelva. Su extensión, valores y productividad son conocidos y aprovechados en zonas como el sur del territorio onubense. Pero también en la comarca serrana, aunque predominen ecosistemas como la dehesa o el castañar, hay términos municipales en los que la presencia del pino piñonero es importante.
Uno de ellos es Almonaster la Real, que cuenta con un amplio número de hectáreas repobladas en los años sesenta con esta especie. En este espacio está tomando relevancia la actividad de ‘Piñonera Almonasterense’, marca que pertenece al Grupo Maptypia Emprendimiento, S.L., una empresa en crecimiento que viene explotando el recurso de forma sostenible desde 2019 y está despertando interés y apoyos relevantes para el cambio en el modelo de gestión del monte. María Jesús y Nelson son el alma de esta iniciativa que quiere poner su localidad en el centro de la producción y de la valoración del piñón en todo el mundo.
Según su propia web, se trata de “un Grupo de Emprendedores Innovadores, con una óptica global y actualizada en la creación de Proyectos en múltiples áreas de acción, con el objetivo de potenciar las riquezas de cada zona para desarrollarlas con un directo sentido complementario entre todas ellas, en lo Social, Cultural, Turístico y Patrimonial”.
Buscan el desarrollo sostenible, unido al respeto y al cuidado responsable del medio ambiente, con el objetivo de concienciar a la población de la necesidad de luchar contra las agresiones al medio, además de colaborar en la búsqueda de una mejor calidad de vida.
Su presencia en la zona occidental de la comarca serrana se extiende a Almonaster la Real, Santa Ana la Real, haciéndose cargo de aprovechamientos de pino piñonero que nunca se habían explotado, y Aroche, en cuyo término actúan en las zonas de La Contienda y El Mustio.
En Almonaster, la concesión municipal y el compromiso de la empresa han conseguido duplicar la producción respecto al año 2019 en que iniciaron su actividad, logrando la recuperación de la productividad de los montes públicos gracias a su modelo de gestión, haciendo que sea una fuente de riqueza sostenible y natural en pleno crecimiento año a año.
En el resto de espacios, la llegada ha sido escalonada y en todos ellos se ha puesto en valor los terrenos mediante acuerdos con los respectivos ayuntamientos. Además, realizan la misma dinámica en municipios como Cabezas Rubias y Punta Umbría.
En cuanto al empleo, en la zona serrana dan trabajo a un total de 20 trabajadores a lo largo de seis meses, teniendo la intención de implementar modelos que alcancen una empleabilidad de 100 a 150 trabajadores en próximas campañas. Para ello, han propuesto la creación de una bolsa de empleo en la zona, con cursos formativos para preparar y contar con personal calificado en ámbitos del tratamiento silvícola y la recolección, pero también en tareas de vigilancia, aprovechamiento, marketing, en el área comercial y creación de nuevos proyectos.
Algunas de las claves del modelo que están implantando son la gestión en contacto directo con los trabajadores, dando garantías de calidad, seguridad y pertenencia; la concienciación sobre la sostenibilidad de sus actuaciones y la fijación de la población al territorio en las zonas rurales despobladas.
En este marco, la acción de estos emprendedores se encamina hacia la consecución de productos de máxima calidad, como el que se denomina ‘Piñón ibérico’, y que califican como el ‘premium de los frutos secos’, de hecho, el fruto seco más caro del mundo por sus altas cualidades nutricionales.
Con su actividad económica pretenden devolver al territorio parte de lo que obtienen, luchando en favor del reto demográfico para fijar población en la comarca o estableciendo una primera barrera de protección contra los incendios forestales. El primer objetivo intentan cumplirlo con la creación de empleo estable, extendiendo la campaña durante mucho más tiempo, hasta seis meses al año llegando hasta mediados de marzo, y con unas condiciones laborales de calidad. El segundo, gestionando el monte de forma adecuada y limpia, evitando la degradación de la zona. En general, se trata de un cambio en el modelo de gestión que lleva necesariamente al aumento de los puestos de trabajo y su cualificación, y que es apoyado por las administraciones que gestionan el territorio.
Maptypia ha conseguido diversos reconocimientos, como su inclusión en el Proyecto CoEmprende (seleccionados entre más de 600 proyectos presentados en toda Andalucía), Prototyping (sobre el desarrollo de marca) y Prototyping Export, para exportar sus productos a 17 ciudades de diversos países de Europa.
Han explicado su método en encuentros y jornadas, como el que se celebró en 2022 en la Universidad de Huelva sobre Aprovechamientos Forestales en España y Portugal. Han participado en misiones comerciales en el exterior a países como República Dominicana o Colombia, cerrando acuerdos para la exportación de sus productos, y han sido invitados a ser patronos de la Fundación ANDANATURA, donde ejercen la presidencia desde 2021.
Sus próximos pasos son la certificación ecológica de sus aprovechamientos, para obtener una mejor y mayor competitividad a nivel internacional del producto, y alcanzar acuerdos comerciales con grandes cadenas gourmet y la participación en ferias nacionales e internacionales.
La presencia y relación de ‘Piñonera Almonasterense’ con las instituciones de la localidad que le da nombre es total, habiendo presentado allí sus productos premium gourmet y poniendo énfasis en la sostenibilidad y la generación de empleo en áreas rurales. No obstante, ha abierto un espacio de crecimiento en la zona occidental de la sierra onubense intentando que las instituciones tomen conciencia de la necesidad de explotar de forma sostenible el pino piñonero de sus términos municipales.
De esta forma, se está consiguiendo otorgar al piñón ibérico onubense un matiz de manjar cotizado, que pueda ser considerado condimento indispensable en la alta cocina y que esté presente en establecimientos y lugares turísticos y culturales de alto nivel. La empresa trabaja en colaboración con las administraciones, desarrollando un proyecto global que lleva cinco años consiguiendo objetivos sostenibles en las áreas rurales donde tiene presencia, aplicando un mismo plan de negocio para diversos productos.
Maptypia se va a involucrar, además, en la implementación del asociacionismo y la colaboración de las microempresas de la zona, apoyando entidades como la Unión UATAE Andalucía o la Unión Transfronteriza de Autónomos y Pymes Huelva-Alentejo, impulsada por CNAC.
Nuevos documentos estudiados por Omar Romero de la Osa explican el dinamismo del pueblo en diversas etapas
La labor de dar a conocer el patrimonio documental emprendida por el Ayuntamiento de Campofrío continúa con una nueva exposición relativa al desaparecido mercado de abastos que se impulsó a principios del siglo XX. La muestra permanecerá abierta durante todo el mes de junio.
Omar Romero de la Osa Fernández ha realizado un trabajo para describir los textos del archivo que se han sumado al proyecto sobre emprendimientos históricos en la comarca serrana onubense, patrocinado por la Fundación Unicaja y elaborado por la Asociación Cultural Lieva, con la que colabora en historiador y arqueólogo aracenés.
Se parte del último tercio del siglo XIX, donde proliferaron en Andalucía los mercados techados, al suponer la “modernización de las ciudades y núcleos urbanos manifestada en el empleo del hierro, junto con el hormigón los materiales más innovadores del momento”. Todo ello, enmarcado” en las ideas higienistas, la transformación de los núcleos urbanos con ensanches y mejora de calles, la construcción de nuevos equipamientos arquitectónicos según los nuevos parámetros como teatros, estaciones, plazas de toros o mercados”, propio de la formación del Estado liberal.
Nerva, con el proyecto de Moisés Serrano y ejecución de Antonio Cabeza Sánchez en 1909 fruto de la actividad minera y la consecuente explosión demográfica de la zona, y Aracena con el proyecto de Aníbal González de 1915 aprovechando el espacio desamortizado del antiguo convento de El Carmen, ya tenían mercado a comienzos del XX. Campofrío emprendió los trabajos para construir uno en la Plaza de la Constitución, como atestigua el acta plenaria del 27 de julio de 1919, asentada en el folio 44r del segundo libro de actas conservado en la sección de Ayuntamiento Pleno.
El objetivo de estas construcciones era garantizar la venta de productos alimenticios de forma ordenada, segura e higiénica. Así, los nuevos mercados observan una serie de dinámicas comerciales y de sociabilidad.
En el de Campofrío se pensó construir “los puestos que fueren necesarios para instalar en ellas la carne y el pescado”. Aunque no se conocen los detalles del proyecto, debió consistir en “la construcción de habitáculos destinados a la venta de carne y pescado y no de un edificio en sí albergando los diferentes puestos. El lugar escogido era el espacio público abierto y de mayor tamaño, capaz de recepcionar los puestos y a las posibles personas que allí se congregasen”, según Romero de la Osa. Los puestos se concretaron en seis en sesión plenaria del 12 de octubre de 1919, y las obras finalizaron el 28 de diciembre del mismo año.
Los datos disponibles no permiten conocer hasta cuándo estuvo en activo la instalación, pero en sesión plenaria del 15 de abril de 1923 se obliga a los carniceros de la localidad a no vender carne en sus casas hasta que no se haya vendido todo el género en la plaza de abastos. Posteriormente hubo otro mercado en Campofrío, en los 70, donde hoy se ubica el polideportivo municipal.
Esta documentación indica el dinamismo económico y social de la localidad con motivo del movimiento de población que acogió con motivo del trabajo en las minas cercanas. Una población migrante que llegó a Campofrío y que promovió también en otras épocas el aumento del comercio.
De hecho, el anterior documento estudiado y expuesto en este ciclo denominado ‘Documento destacado’ se refiere a la relación de establecimientos comerciales y de industrias que operaban en Campofrío en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado.
Los documentos pertenecen a la sección de Rentas y exacciones del Archivo Municipal y entroncan con la normativa publicada para sanear las arcas de los ayuntamientos que permitía a los Consistorios emitir ciertas tasas e impuestos.
El control de esa fiscalidad se refleja en tres documentos de 1968, 1970 y 1971 que son de gran utilidad para conocer el pasado campurriano más reciente en este ámbito del tejido productivo y el emprendimiento.
Del examen de los textos se deriva que los titulares de los negocios son familias que su ocupación principal no está en la mina o en la agricultura. Es una treintena de emprendedores dedicados al sector terciario, ajenos, aunque no incompatible, con esas actividades agrícolas o mineras.
Otra peculiaridad observada es que la inmensa mayoría de propietarios de los comercios son hombres, algo “derivado del modelo de familia imperante en el tardofranquismo, con una unidad económica y de solidaridad donde el padre era el cabeza de familia, al cual le debían subordinación y cooperación”, según el historiador aracenés.
En dos de los 31 establecimientos una misma familia acaparaba dos licencias, concretamente Manuel Vázquez Fernández, que detentaba una taberna y una zapatería en el local de la calle Franco número 25; y Bernardino Carnero Brioso, que regentaba una taberna y una tienda en la calle Queipo de Llano número 30.
Sólo se incluyen cinco mujeres que aparecen como propietarias de establecimientos comerciales. Romero opina que “el papel de la mujer en el comercio sin embargo no se queda en la propiedad del establecimiento, sino que favorece un papel fundamental en el devenir comercial ayudando al marido, algo habitual dentro del contexto de unidad familiar y cabeza de familia masculina”.
Las dos pensiones del pueblo eran dirigidas por Antonia Garzón Martín y Elisa Vázquez Martín, en las calles Colón 9 y Calvo Sotelo 7, respectivamente. Dos de ellas regentaban un establecimiento nada usual para la época como un bar, concretamente el café-bar de la calle A. L. Delgado, de Elisa López Fernández, y a la taberna de María Delgado Patricio, sita en la calle Ruiz Páez número 8. Finalmente, Amalia López Martín regentaba un comercio en la calle A. L. Delgado número 42.
Los comerciantes significaban un grupo social independiente de otros dependientes de faenas agrícolas o mineras. Además comportaba una relación de proximidad con el vecino y con el exterior por la gente foránea al pueblo como viajantes o distribuidores de mercancías.
El número de establecimientos de comercio y hostelería que se registran en Campofrío entre 1968 y 1971 son dos pensiones, una panadería, dos zapaterías, ocho bares, ocho establecimientos de comestibles, una carnicería y dos pescaderías. “Sorprende el número alto de comercios que contrasta con la idea de la escasa especialización de la agricultura y la economía de autoabastecimiento de básicos para la subsistencia”, puntualiza el coordinador de la iniciativa.
El ámbito de la industria se reduce a la transformación de los elementos básicos derivados de las actividades en el campo. De esta manera, de la explotación de la dehesa destaca la transformación del corcho con la fábrica de Ignacio Martín López y un almacén de Juan López Charneco; mientras que derivado de los usos ganaderos de la dehesa nos encontramos con el matadero industrial de cerdo de Manuel López Charneco. En cuanto a los artesanos, en Campofrío existía en aquella época una alfarería a nombre de Julián Bermejo Cordón y un taller mecánico de Francisco González López.
Para Romero de la Osa, “esta relación de negocios tiene mucho que ver con la extraordinaria influencia que ejerció en Campofrío la actividad minera de la comarca de Riotinto. La localidad campurriana fue alojamiento y destino de numerosos obreros que se desplazaban diariamente al trabajo minero, lo cual provocó el aumento de numerosos establecimientos y supuso los inicios de cierta modernización y cambios en la economía familiar del pueblo, inserto en los esfuerzos por el Estado franquista de realizar un mercado capitalista concretado en los planes de desarrollo de las décadas de 1960 y 1970 para dejar atrás el periodo de atraso de la autarquía”.
El ponente será Mario Rodríguez, quien expondrá la vida contemporánea de la comarca reflejada en 300 fotos
La cultura sigue brillando en Campofrío a través de las actividades organizadas por el Ayuntamiento. En torno a los Encuentros Culturales de la Villa, la localidad está atrayendo a investigadores y estudiosos del patrimonio onubense para aportar datos, documentación y otras fuentes a la población.
La próxima cita prevista será el viernes 10 de febrero, cuando, a partir de las 19.00 horas, en la Casa de la Cultura, en la Avenida Cuenca Minera, con asistencia libre hasta completar aforo, en lo que se convertirá en la octava edición de este foro.
El invitado en esta ocasión será Mario Rodríguez García, escritor, investigador y fotohistoriador, que expondrá el tema de la ‘Historia de la Fotografía en La Sierra’. Para el coordinador de los encuentros, Omar Romero de la Osa, «en palabras de la fotógrafa y ensayista Gisèle Freund (1908-2000) «Cada momento histórico presencia el nacimiento de unos modos particulares de expresión artística que se corresponden con el carácter político, con las maneras de pensar y con los gustos de la época», por lo que no cabe duda de que una fotografía ayuda a ilustrar parte de la memoria colectiva”. Según Romero de la Osa, “gracias a la fotografía podemos historiar los diferentes momentos que determinan una época recuperando a sus personajes, modas o vida cotidiana”.
De ahí que esta ponencia de Mario Rodríguez haya despertado gran interés por la forma en que puede conocerse la visa y los hitos históricos de la zona, acercando a los asistentes la historia de la fotografía y los fotógrafos serranos, con especial referencia a Campofrío.
La conferencia abarcará desde los inicios de este arte, allá por 1863, hasta la década de los años treinta del siglo pasado. La disertación se acompañará de alrededor de 300 fotos que ilustrarán el recorrido por muchos de los pueblos serranos. Se aportará información curiosa, datos de interés, imágenes inolvidables y habrá tiempo para debatir la forma en que la fotografía describe las formas de vida y hábitos de los pueblos.
Estarán presentes imágenes procedentes de diversos archivos y coleccionistas serranos, relativas a localidades como Aroche, Cortegana, Encinasola, Galaroza, Jabugo, Fuenteheridos, Aracena, Corteconcepción, Higuera de la Sierra, Zufre y, por supuesto, Campofrío.
Rodríguez afirma que “la historia que cuentan los libros, deja atrás el vivir diario de quienes la sufrieron y de quienes tuvieron la valentía de enfrentar las adversidades para hallar un puñado de días felices; esas personas que durante la Guerra Civil y la Posguerra españolas fueron capaces de empujar los años y vivirlos a pesar de las terribles circunstancias, son las protagonistas de las historias que se contarán en Campofrío”.
Esta ponencia del escritor aracenés abre el ciclo de conferencias que organiza el Ayuntamiento de Campofrío este año de 2023, y retoma unos encuentros que ya han hablado de minería, tauromaquia, arqueología, ferrocarriles o comunicación y prensa.
El Ayuntamiento cede el libro de privilegio a la Diputación para que esta lleve a cabo el proyecto de reproducción
En los últimos meses, el patrimonio documental de Campofrío está poniéndose en valor, gracias al impulso de iniciativas por parte del Ayuntamiento, que cuenta con la colaboración del historiador Omar Romero de la Osa.
La última idea ha sido la reproducción en formato facsímil de este privilegio que será realizada por la Diputación Provincial de Huelva. Este proyecto ha quedado iniciado recientemente mediante el acta de cesión del libro de privilegio de villazgo de Campofrío al Archivo de la Diputación para llevar a cabo esta edición.
En el acto de la firma han participado Inmaculada López Carrión, como teniente de alcalde del Consistorio, María Dolores Rubia, archivera de Diputación, y Concha Rodríguez Jiménez, directora del Archivo de Diputación; así como Omar Romero de la Osa, quien se encargará del estudio introductorio, del análisis paleográfico, diplomático y de la transcripción.
El Privilegio de Villazgo fue concedido a Campofrío por Fernando VI en 1753 a partir del permios del Conde de Altamira que detentaba el señorío de Aracena. Supone unade las joyas del patrimonio documental que conserva el pueblo, junto con el libro de cuentas de la Cofradía de Santiago de 1634 o la solicitud para la construcción de una plaza de toros al concejo de Aracena en 1716.
El libro ha sido expuesto dos veces, la primera en 2003, en una exposición sobre el 450 aniversario de la independencia de Galaroza, junto con otros privilegios serranos; y la segunda en el Ayuntamiento de Campofrío,entre febrero y marzo de 2021, dentro del programa de difusión del archivo municipal denominado ‘Documento destacado’.
Se trata de un tipo documental de mayor solemnidad, una simplificación del privilegio rodado medieval. Posee la firma de Fernando VI de altos funcionarios de la hacienda y sello de placa.
Contiene datos de gran valor histórico para el municipio, como la conformación del primer ayuntamiento local, quequedó compuesto por Francisco García Velasco y Francisco Pérez como Alcaldes Ordinarios; Alonso Miguel Guapo como Alguacil Mayor; Joseph Alonso y Joseph Robledo como Regidores; y finalmente Joseph Delgado como Síndico Procurador.
En la actualidad se custodia en el archivo municipal, en el legajo 7, pero, junto con otros valiosos documentos, permaneció custodiado en la caja fuerte del Ayuntamiento hasta que los servicios de archivo de la Diputación organizaron el archivo local.
Comienza la recta final del proyecto ‘Lo que nos une’
El mes de octubre será el definitivo para la conclusión del proyecto ‘Lo que nos une’, que pretende reflejar algunos de los rasgos comunes a la Sierra onubense y al Alentejo portugués. Estos identificadores se resumirán en un documental que recogerá temáticas que han compartido históricamente los dos territorios hermanos. La iniciativa corre a cargo de la Asociación Cultural Lieva, con el apoyo de la Secretaría General de Acción Exterior de la Junta de Andalucía.
La pandemia ha limitado enormemente las posibilidades de investigación y de intercambio, pero en los últimos meses se han intensificado los trabajos para perfeccionar el guión, cerrar los contactos en ambos países y definir el producto final.
Las labores previas han sido realizadas por miembros de la Asociación Lieva, así como de otros colectivos, como la Federación de Asociaciones de la Sierra. A pesar de las dificultades por el Covid y de que la materia es muy amplia, se ha conseguido finalizar un diseño de reportaje que recogerá algunos de los rasgos definitorios de la zona.
Ya se han grabado entrevistas con representantes institucionales, como el presidente de la Cámara Municipal de Serpa, Tomé Martins Pires, o el alcalde de Rosal de la Frontera, Antonio Carlos. También se ha recogido ya el contenido que recordará el paso de Miguel Hernández por la zona, de la mano del mejor especialista en la materia, el escritor Augusto Thassio.
Otros colaboradores serranos y alentejanos ya confirmados serán Antonio Rodríguez Guillén, José Francisco González, Nieves Medina, Manuel Ángel Barroso, Lidia Segao, Fermín Adame, Tomás López, Susana Gómez, Carlos Valencia, Enrique Vázquez, Vitor Vaz y otros muchos participantes.
En cuanto a los contenidos que integrarán el video, se encuentra, entre otros, las relaciones familiares a ambos lados de la frontera, los castillos, actividades económicas como el descorche, el patrimonio arqueológico, el folklore popular, las explotaciones mineras, el contrabando, los paisajes o la creatividad artística.
Las entrevistas y exteriores se están grabando en lugares idílicos como Galaroza, Aroche, Minas de Teuler, Cortegana, Almonaster, Rosal, Mértola, Barrancos, Encinasola, Serpa, Minas de Sao Domingos, Vila Verde de Ficalho o lugares míticos como La Contienda.
La intención es presentarlo a finales del mes de octubre en diversas localidades y entregar a la Consejería de Presidencia, Administración Pública e Interior un documental que resuma los elementos que unen a dos territorios, La Sierra y el Alentejo, que tienen vínculos históricos, culturales, patrimoniales y familiares.
El historiador serrano Omar Romero de la Osa ha dado a conocer detalles de este texto fundacional
Uno de los documentos que con mayor celo guardan muchos ayuntamientos es el de su Privilegio de Villazgo. No son todos los Consistorios los que conservan la huella de su independencia como pueblo o las de su nacimiento. Uno de los que cuentan con esa fortuna es Campofrío, que muestra con orgullo su documento matriz, el que habla de sus primeros pasos como entidad local autónoma.
Gracias al trabajo del historiador serrano Omar Romero de la Osa y el impulso del equipo de gobierno municipal, los vecinos pueden conocer aún mejor este texto fundacional que lleva como título ‘Libro Privilegio de Villa para Campofrío y Ventas y excepción de Aracena’, fue expedido el 5 de abril de 1753 por parte de Fernando VI en el Palacio del Buen Retiro de Madrid y se conserva en el legajo 7 del Archivo Municipal de Campofrío.
Fueron varios los condicionantes que contribuyeron a crear las condiciones apropiadas para la independencia de Campofrío del término de Aracena, municipio del cual dependía. En el siglo XVIII, las necesidades financieras de la Corona, por causa de los conflictos bélicos que había de afrontar, propiciaron que se viesen con buenos ojos cualquier operación que aportase recursos económicos. Además, la población campurriana sufría discriminaciones respecto a la aracenense, según el documento de villa. En efecto, se veían mermados sus derechos en cuanto a los repartos de las contribuciones, tanto económicas como de reclutación de soldados, y sentía un malestar generalizado respecto del Concejo de Aracena porque les obligaba a comprar el vino en esta localidad en lugar de Cazalla de la Sierra, donde era más barato, imponiéndoles asimismo el alquiler de la Dehesa de los Bueyes en perjuicio de sus intereses.
Por ello se planteó la independencia del Concejo de Aracena, obteniéndose numerosas ventajas. Según el historiador, 104 vecinos suscribieron la cuota correspondiente para hacer efectivo el privilegio real concedido por Fernando VI que ascendía a 19.687 maravedíes de vellón a pagar en treinta años en dos pagos, como manifiesta Joaquín Fernández Apodaca, Contador General.
El principal derecho obtenido fue el de “poder juzgar como villa de por sí y sobre sí, con jurisdicción civil y criminal, alta y baja, mero mixto imperio en primera instancia en conformidad del consentimiento que para ello ha dado el Conde de Altamira, cuia es la dicha villa, lo que quiere decir que podían administrar justicia en todo tipo de delitos que se produjesen dentro de su término municipal”, según Romero de la Osa.
Se le concedió también la capacidad para nombrar autoridades, como se indica en el párrafo “y os doy y concedo licencia y facultad, poder y autoridad para que desde el día de la data de esta mi carta, juntos en buestro Ayuntamiento podáis nombrar dos alcaldes ordinarios, dos regidores, un alguacil mayor, un procurador síndico general, un alcalde de la hermandad y los demás oficiales de justicia que fueren necesarios para buestro gobierno, guardando en la dicha sección lo que se refiere en el expresado consentimiento arriba incorporado”.
El primer ayuntamiento quedó compuesto por Francisco García Velasco y Francisco Pérez como Alcaldes Ordinarios; Alonso Miguel Guapo como Alguacil Mayor; Joseph Alonso y Joseph Robledo como Regidores; y finalmente Joseph Delgado como Síndico Procurador.
La conclusión de Romero de la Osa tras el estudio de este importante documento, es que “pese al desembolso del dinero como forma recaudatoria de la monarquía para el sostenimiento de la política exterior, la concesión del privilegio de villazgo comportó la posibilidad de nombrar a sus representantes los propios vecinos”, entre otros derechos que supusieron la independencia para Campofrío.
El chef serrano es distinguido por su trayectoria solidaria en favor de los más necesitados
A pesar de las dificultades que está creando la crisis económica provocada por la Covid-19, los trabajadores autónomos onubenses aún tienen un hueco para mostrar su carácter más solidario. Con negocios limitados en su funcionamiento y una preocupante incertidumbre sobre su futuro, los hosteleros de la provincia demuestran a diario que quieren ayudar a los demás. Un ejemplo claro de esta predisposición es Javier Fuster, el cocinero de Aracena, que ha dado un paso más en su perfil humanitario y ha sido nombrado ‘Representante de Andalucía’ por parte de la organización Acción contra el Hambre.
La iniciativa de esta entidad se enmarca en el programa ‘Restaurantes contra el hambre’, que lleva ya meses recabando la colaboración de chefs y establecimientos de hostelería para que donen para los más necesitados un porcentaje del importe de algunos platos.
Entre los cocineros presentes en la web de Acción contra el Hambre se encuentran algunos de los más reconocidos en España, como Pedro Subijana, Joan Roca, Enrique Sánchez, Pepe Rodríguez o Ángel León. A ellos se suma ahora Javier Fuster, quien ha sido nombrado por la organización solidaria como embajador o representante en Andalucía, debido a su implicación en causas en favor de los más desfavorecidos.
El conocido como ‘Chef de la Sierra’ ha participado en la campaña ‘Restaurantes contra el hambre’ e incluso ha grabado videos de recetas para la iniciativa. Tras este vínculo, la organización se ha interesado por la prestigiosa trayectoria del cocinero onubense y le ha propuesto continuar con la colaboración, distinguiéndole con su nombramiento como primer representante en la Comunidad Autónoma andaluza.
Esta distinción conlleva el compromiso de Fuster de defender los valores de esta ONG, y supone un respaldo a nivel estatal de su dilatado camino repleto de iniciativas solidarias. Además, ‘El Chef de la Sierra’ se ha comprometido a donar a Acción contra el Hambre 1 euro del importe de uno de sus platos más conocidos, el canelón carrillera ibérica al chocolate belga con bechamel de patata y trufa, sal de jamón y flor seca de maíz. Por otra parte, su establecimiento, ‘Experience by Fuster’, ubicado en la Gran Vía de Aracena, se convertirá una vez a la semana en un acogedor comedor social, lo cual resultará “un esfuerzo organizativo y económico, en estos tiempos tan negros para la hostelería, pero al menos estaremos ayudando a los que más lo necesitan”, opina Fuster.
Javier Fuster continúa mostrando la versión más humanitaria de los autónomos de la hostelería onubense, sumando este reconocimiento y este compromiso a otras iniciativas ya lanzadas con éxito, como el I Concurso Gastronómico On line que organizó en pleno confinamiento, la elaboración de recetas solidarias difundidas a través de su canal en Youtube o entidades como ‘Arte Culinario Andaluz’, las invitaciones gratuitas al personal sanitario del Área de Gestión Sanitaria Norte de Huelva o su papel como voluntario de la Cruz Roja, con la que reparte comida a personas en situación de vulnerabilidad.
Entre los patrocinadores más destacados de este programa de ‘Restaurantes contra el hambre’ se encuentran firmas como ‘Master Chef’, ‘El Pozo’, ‘Makro’, ‘Grupo Pascual’, ‘Ticket Restaurant Edenred’, ‘El Tenedor’, ‘Fundación SEUR’ o la asociación de Hostelería de España.
Una de las localidades que con más empeño está rescatando su patrimonio documental es Zalamea la Real. El Ayuntamiento está empeñado en proteger estos bienes como referente de la identidad del pueblo, y el área de Cultura, dirigida por Antonio Conejo, pone especial empeño en atender cualquier aspecto relacionado con este ámbito cultural. Quizá por ello se producen noticias de calado que ayudan a esta labor colectiva.
El Consistorio ha recibido una donación particular compuesta por numerosos documentos de inestimable valor histórico, que se van a incorporar al fondo de su archivo municipal. En una primera clasificación inicial, el encargado del archivo, José Manuel Vázquez Lazo, indica que está formada por más de un centenar de pliegos relativos a las escribanías públicas de Zalamea la Real. La datación estimada se inicia en el primer tercio del siglo XIX y abarca hasta la finalización del mismo siglo.
La documentación está formada por una variedad de temáticas de gran interés, entre las que destacan expedientes posesorios, escrituras públicas, cartas de compraventa, inventarios de bienes y testamentos e hijuelas. Pero quizá lo más destacado es que entre los papeles se han encontrado gran parte de los documentos acreditativos de la partición de los Bienes de Propios realizada por el Consistorio en el año 1838. La fecha y el motivo no son baladí, ya que remiten al hito histórico de la venta de estos bienes a los vecinos, motivada por la situación de crisis económica del Consistorio.
Las expectativas son que los escritos aportarán datos esenciales para conocer la evolución de la propiedad de la tierra en el municipio.
El donante de esta colección prefiere mantenerse en el anonimato, aunque el Ayuntamiento le expresa “su más profundo agradecimiento”.
La intención del Consistorio es estudiar los contenidos de los pliegos e incorporar los datos a la Historia del municipio, pero también crear conciencia entre los muchos vecinos que aún conservan en sus casas documentación pública. Existe una lógica necesidad de recuperar todo este material histórico, que debe ser custodiado en los archivos municipales, por lo que serán bienvenidas otras donaciones que enriquezcan el extenso patrimonio zalameño.
La obra se presenta el próximo viernes en el Ayuntamiento de Riotinto
La trayectoria literaria de Rosario Santana se amplía con un nuevo libro que presentará el viernes 29 en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Minas de Riotinto, a partir de las 18.00 horas. Tras ‘El susurro del río’ y ‘La sombra de la morera’, Santana ha publicado ‘Huellas de Cobre’ (Pábilo Editorial), que cierra una trilogía con constantes alusiones al territorio que la vio nacer.
La obra, en palabras de su autora, “viene a representar el final de un camino que comenzó en el río y culmina en la Corta, esa elipse que guarda en su seno las huellas de todos esos mineros que dejaron allí parte de su vida”.
La relación con estos dos libros anteriores es palpable, “conformando un triángulo dedicada a mi tierra, a pesar de que es el cuarto libro publicado”, indica.
Este nuevo trabajo, insiste Santana, “es un compendio de huellas, desde las más externas, referentes ineludibles de nuestro paisaje e identidad hasta las huellas casi imperceptibles, de las que no somos conscientes pero que dejan una impronta en nuestra vida”.
Finalmente, todo ello incide en su personalidad, “en mi yo interno, en mi andadura existencial y poética”.
En consecuencia, el lector encontrará en ‘Huellas de cobre’ la tierra, el paisaje, la esencia y las huellas de la autora y de sus recuerdos. Es un libro-territorio, que incluye sentimientos mineros y una irrenunciable vinculación con la naturaleza de la comarca.
Rosario Santana nació en Minas de Riotinto, donde desde muy pequeña sintió una atracción especial por las letras y el mundo clásico. Licenciada en Filología Clásica e Hispánica, ha residido en Sevilla donde ejerció como profesora de Latín, Lengua Española y Filosofía, principalmente, y también como traductora.
Ganadora de diversos premios, entre los que destaca las tres ediciones consecutivas de la Asociación Al Alba para la Igualdad, del municipio malagueño de Pizarra, el segundo premio ‘Rafael Montesinos’ de Cartas de Amor en Dos Hermanas (Sevilla), el segundo premio de Poesía convocado por el Ayuntamiento de Zahara de los Atunes (Cádiz) o el tercer premio en el Certamen ‘Versos descubiertos’ convocado por la Editorial Círculo Rojo.
Sus publicaciones se inician en 2012 con ‘El susurro del río’, continúa en 2015 con ‘La sombra de la morera’, y finaliza, hasta ahora, en 2018 con ‘Lágrimas de amapola’ poemario que fue presentado en su pueblo y también en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla, Feria del Libro de Málaga, Feria del Libro de Sevilla, Zalamea la Real, Feria del Libro de Aracena, Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Huelva, Montilla (Córdoba) y Pizarra (Málaga). Este último trabajo fue seleccionado para los premios de la Asociación de Escritores y Críticos de Andalucía.
Ha participado en numerosas Antologías y Encuentros tales como ‘Versos para la Vergüenza’, ‘Conciencia en llamas’, ‘Se abre el telón’, ‘Poetas de Huelva por la Paz’, ‘Huelva es verso’, Antología Grito de mujer 2018 y 2019 (España y Portugal), Grito de mujer en Montilla (2019), o Antología ‘La inopia’ (Sevilla).
Ha leído sus poemas en diversos encuentros de poesía como el de ‘Poetas andaluces de ahora’, en Moguer (2015), el III Encuentro Internacional de Poesía Ciudad de Cabra y Antología Poética (2019), el I Encuentro Poético organizado por la Fundación ONCE en Sevilla (2019) y otras citas en Sevilla, El Puerto de Santa María o Chiclana.
Forma parte de colectivos como Poetas de la Unión Nacional de Escritores, Poetas de Huelva por la Paz y Noches del Baratillo (Sevilla).