Juan Antonio Márquez: «Es el momento de un cambio tranquilo en Zalamea»

El candidato del PP a la Alcaldía aborda sus propuestas y la situación del municipio en una entrevista concedida a Tinto Noticias

El candidato del PP a la Alcaldía de Zalamea la Real en las elecciones municipales del próximo domingo, Juan Antonio Márquez, está convencido de que ha llegado «el momento de un cambio tranquilo y sosegado» y de «la apuesta por una más y mejor Zalamea». Así lo asegura el alcaldable en esta entrevista concedida a TINTO NOTICIAS -El Periódico de la Cuenca Minera de Riotinto-, en la que hace un repaso de sus propuestas y de la situación del municipio.

– ¿Qué le ha llevado a dar de nuevo este paso de ser candidato a la Alcaldía de Zalamea?

– Mi compromiso como ciudadano, como zalameño, y mi amor por Zalamea. Zalamea me ilusiona, mis vecinos, mis amigos, la gran familia que es Zalamea. Tras ocho años como concejal en la oposición, he adquirido una experiencia adecuada que me permite discernir cuales son los problemas de nuestro pueblo y las soluciones que podrían articularse. Creo que ahora es el momento de un cambio tranquilo y sosegado, de la apuesta por una más y mejor Zalamea. También me han animado las personas que me acompañan en mi candidatura, trabajadores y desinteresados, apasionados por Zalamea, preparados y dispuestos. Tenemos el mejor proyecto para Zalamea, realista y sincero, sin alardes ni propuestas irrealizables, un programa de gobierno pegado a la realidad, a lo que los vecinos demandan. No se trata de ofrecer más y mucho, sino lo que de verdad necesita Zalamea.

– ¿Cómo afronta este reto?

– Con mucha ilusión. La mayoría de los ciudadanos de Zalamea son muy responsables, saben valorar el compromiso y el trabajo de las personas, su vocación de servicio público. Siempre diferencian cuando hay una conducta clara, limpia y honesta, sobre un interés personal o interesado. Zalamea necesita un cambio en la gestión municipal, dar una oportunidad a otra forma de hacer y de pensar, de impulsar nuevas iniciativas, de proyectos e ideas para nuestro pueblo. Sin duda, otra forma de administrar los intereses generales de los vecinos es posible. Una Zalamea diferente es deseable.

– ¿Cuáles son los principales objetivos que se marca si logra la Alcaldía el próximo 26 de mayo?

– En pocas palabras, una Zalamea mejor, con una adecuada gestión municipal y unos servicios municipales satisfactorios. Mi ilusión y mi deseo es que los zalameños sean felices, tengan calidad de vida y bienestar social. Que Zalamea sea un lugar ideal para vivir, que el ciudadano y sus familias tengan todo lo necesario, y más, para desarrollar todas sus iniciativas personales y profesionales, interactuar en sociedad y tener garantizadas todas sus prestaciones básicas.

– ¿Cómo valora la gestión del Equipo de Gobierno Municipal en los últimos años?

– Decepcionante. Muy decepcionante. Tras los cuatro primeros años de gobierno municipal de IU, en los cuáles tuvo que afrontar una deuda municipal que dejó el PSOE de Vicente Zarza, superior a un millón euros, en esta última legislatura municipal, no sólo nosotros, sino todos los vecinos, esperábamos otra cosa. La monotonía, la falta de iniciativa, de proyecto e ideas ha sido una constante estos últimos cuatro años. Un gobierno municipal anodino e irrelevante. Oscuro y espeso. Con una falta de transparencia preocupante. Con un sesgo totalitario y populista. Con una mala gestión administrativa y económica. Con presupuestos irregulares. Sólo uno, en ocho años. Algo irracional, inexplicable y absurdo.

A sus pocos aciertos e iniciativas, hay que restarle un cúmulo de inanición, errores y desaciertos que, a nuestro entender, le inhabilitan para continuar en sus labores de gobierno municipal por un largo tiempo. Es cierto que han cambiado de candidato y han añadido a la lista municipal integrantes de Podemos, pero el anterior alcalde sigue estando detrás y comandando la iniciativa política de esta candidatura.

– ¿Qué es lo que principalmente quiere cambiar de la gestión municipal?

– En primer lugar, la actitud. Hay que suprimir comportamientos prepotentes y pocos democráticos. La gestión municipal es un servicio público a los ciudadanos. En segundo lugar, la aptitud. Hay que evaluar las necesidades, circunstancias y problemas y buscar las soluciones adecuadas. La capacidad para determinar las prioridades, lo más necesario y urgente. En tercer lugar, eficacia y eficiencia en la gestión. En cuarto lugar, la objetividad y el interés general, criterios informadores de cualquier decisión pública. Y por último, la transparencia. El Ayuntamiento no es del alcalde, ni es suyo el dinero ni los recursos económicos, sino de los ciudadanos. El alcalde no hace un favor, sirve a los ciudadanos, cumple con su obligación.

La gestión municipal en estos últimos cuatro años ha sido muy deficiente. Hay mucho que cambiar y modificar: la propia administración municipal y la consideración a los empleados públicos municipales, la seguridad ciudadana, la planificación de las obras públicas, la colaboración con los colectivos sociales y la participación ciudadana para el diseño de las políticas públicas.

– ¿Cuáles son las principales propuestas de su formación?

– Entre otras, podría citar como prioridades las siguientes: reestructuración del empleo municipal, Bolsas de Empleo e igualdad de oportunidades; promover la formación y el empleo juvenil; construcción de una nueva guardería municipal; diseño de un parque urbano como nuevo recinto ferial; reurbanización de la Calle La Plaza; viabilidad económica de la residencia de ancianos y mantenimiento de los puestos de trabajo; incremento de la subvención municipal a asociaciones, hermandades y colectivos sociales; estrategia local de apoyo y fomento del comercio local, autónomos y empresas; reducciones y bonificaciones de impuestos, contribuciones, tasas y precios públicos municipales; mejora y adecuación de los servicios municipales: administración, empleados públicos, seguridad ciudadana y policía local; plan de adecuación urbana de nuestras aldeas; garantizar las prestaciones vitales y los servicios básicos de las familias y ciudadanos; educación sanitaria, atención primaria y adecuación del centro de salud; plan trimestral de parques y jardines; fomento de la cultura, ocio y deporte; protección del patrimonio monumental, inmaterial y del entorno natural; y colaboración y participación social en las políticas municipales.

– ¿Cómo definiría la situación actual del municipio y cómo es la Zalamea que quiere en el futuro?

– La situación de Zalamea es preocupante, como todos los pueblos de nuestra Cuenca Minera. Desde el punto de vista del factor humano, hay un considerable envejecimiento de la población y despoblación progresiva, una tasa de natalidad muy baja. Desde el punto de vista socio-laboral, está estancada la alta tasa de desempleo como consecuencia de la falta de salida profesional para los jóvenes y para la población activa o en edad de trabajar. Desde el punto de vista económico, no hay inversiones, desde hace años, de las administraciones públicas, estatal, autonómica y provincial, ni tampoco se ha incentivado la iniciativa privada. Las políticas activas de empleo y la formación para el empleo, competencia autonómica, han resultado un fracaso, sobre todo por su inexistencia en los últimos veinte años. Las infraestructuras son deficientes y obsoletas: carreteras o red de alta tensión.

A nivel municipal, es cierto que Zalamea está dotada de unos servicios e infraestructuras sociales aceptables, que deben ser mejorados, conservados y con un mantenimiento garantizado. En los últimos cuatro años, los ciudadanos de Zalamea hemos observados una cierta dejadez o abandono, quizás motivado por el cansancio del gobierno municipal tras ocho años. No se trata de barrer de forma compulsiva las calles, ni destinar todo el personal contratado a esa labor. Las carencias han sido evidentes: seguridad ciudadana y policía local, parques y jardines, ninguna obra pública reseñable, la construcción de la guardería, ocho años después, paralizada, la calle La Plaza sigue igual, el deficiente mantenimiento de las instalaciones deportivas, el abandono de las aldeas, el elevado precio del agua, los continuos cortes del suministro eléctrico, etc., podríamos seguir enumerando con profusión.

La Zalamea que queremos en el futuro requiere una mejor y adecuada gestión municipal, una eficaz y eficiente utilización de los recursos públicos municipales, una planificación y coordinación de la actividad municipal para garantizar unas prestaciones que permitan mejores condiciones de vida para todos los vecinos de Zalamea.

Zalamea también requiere de transparencia en la gestión municipal, que para muchos es un slogan que no se quitan nunca de la boca, porque no la practican, pero debe ser una forma de actuar, de responsabilidad y compromiso con los electores y con los ciudadanos.

– ¿Qué diferencia a su candidatura del resto de formaciones políticas? ¿Por qué habría que votar al PP y no a otra opción?

– La humildad y la dignidad. El sentido democrático y el respeto a las leyes. El trabajo y la vocación de servicio público. La cercanía y la confianza mutua con los ciudadanos. Nuestro único objetivo es contribuir, desde el compromiso personal y social, a revitalizar nuestro pueblo, Zalamea. No nos mueve ser políticos profesionales, con un sueldo público durante años, ni aspirar a ser asesores en la Diputación Provincial de Huelva, ni siquiera que personas de nuestro entorno familiar logren un puesto de trabajo en las minas. No se trata de eso, es nuestro pueblo, nuestros vecinos, los servicios municipales, la gestión pública, el bienestar social, los colectivos sociales y asociaciones, la economía local, nuestros autónomos, comercios y empresas, las condiciones de vida de los zalameños, nuestros niños y mayores, nuestras tradiciones, patrimonio y cultura. Zalamea es un pueblo antiguo, que no viejo. Sus vecinos son vitalistas, siempre han luchado desde hace siglos, no nos rendimos. Queremos un presente mejor, porque con ello, en la esperanza, ganaremos, todos juntos, el futuro para nuestro pueblo.

Y recalco, la dignidad, que es para cualquier persona, más para un zalameño, un valor personal y ético. La dignidad ni se compra ni se vende. Como diría Pedro Crespo, personaje del ‘Alcalde de Zalamea’ de Calderón de la Barca, la dignidad (el honor) «es patrimonio del Alma, y el Alma sólo es de Dios».

– Diríjase a los indecisos que sean posibles votantes del PP. Quiero decir, no a aquellos que tengan claro que nunca votarán a vuestra formación. ¿Qué les diría?

– No creo que en Zalamea haya personas que nunca votarían a la candidatura que encabezo. Esta es una afirmación que, sin duda, haría un militante socialista. En Zalamea, la mayoría de la población ni está afiliada, ni milita en ningún partido político. Como llevo reiterando, no es política, es Zalamea lo que mueve a un grupo de mujeres y hombres a luchar y a trabajar por el futuro de su pueblo. Zalamea ilusiona, es un amor compartido. Se trata de mejorar, en presente, las condiciones de vida y el bienestar social de los zalameños; para impulsar, en el futuro, una más y mejor Zalamea. Se trata de gestionar, con eficiencia y eficacia, los servicios municipales; atender con cercanía, sin prepotencia, a los ciudadanos, sus demandas y preocupaciones; diseñar políticas públicas atendiendo al interés general, sin sectarismos ni ideológicas populistas ni interesadas.

Zalamea es de las mujeres y hombres de nuestro pueblo, no es de ningún partido político, ni debe ser de ninguna familia política ni clan familiar. Eso sucede en otros pueblos. En Zalamea no debe ser así. Los ciudadanos de Zalamea deben ejercer, en libertad, su derecho al voto, pensando en lo más adecuado para nuestro pueblo, en el presente y en un futuro mejor. Zalamea está en sus manos, ellos decidirán el próximo domingo 26 de mayo. Y lo que decidan, sin duda, será aceptado por todos.