Los perros lo hacemos

No se trata de colores. No se trata de amnistía ni patriotismo. No se trata de ningún himno fascista con toques de “progres”. Se trata de democracia. Se trata de constitución y de sentido común.

La derrota del presidente del gobierno es el síntoma más claro de un sistema político enfermo por las praxis inadecuadas de una derecha que ha perdido el norte, el control y que sin pudor ni freno ejecuta un “todo vale”. No es justicia lo que piden, justo lo contrario, necesitan sangre para conseguir lo que no pudieron hacer en las urnas.

La democracia de un país se tambalea, un congreso lleno de aves rapaces esperan ansiosos para devorar a su presa. No lo hicieron en las urnas y salieron a la calle a devastar Madrid, a agredir a la democracia y a la diosa Temis. No se quedaron conformes y acusan sin datos ni veracidad a la mujer del presidente del gobierno de todos los españoles, ese que consiguió ganar una investidura de un gobierno en coalición con partidos progresistas.

No es justo. No es justo que utilicen a los medios de comunicación al antojo de la derecha, que manipulen la información de los desinformados o incrédulos. No es justo que utilicen la libertad de prensa a merced del fascismo.

Pensarán que lo normal es que apoye al presidente del partido al que represento.

Miren, les entiendo, pero piensen que cualquier demócrata fiel y progresista hoy esté triste, aunque el pasado 23 de julio no depositaran en la urna una papeleta del PSOE y aunque ni siquiera fueran a votar.

Un demócrata de verdad está hoy triste. Triste de ver como lapidan un sistema democrático ejemplar, una constitución española consensuada por los que anteponían el bienestar social al suyo propio.

Perro Sánchez, muerto el perro no se acaba la rabia. Hay que contarle a la gente la verdad. Que en Andalucía las listas de espera en sanidad crecen, que no creen en la igualdad, que no respetan los resultados de una democracia, que siembran el odio y la mentira. Hay que contar las mentiras que esconden los “que te vote txapote” de una Ayuso sin freno. Hay que pararlos.

Dignidad, respeto y democracia. Los perros lo hacen. Los perros lo hacemos.

Rocío Díaz Cano, alcaldesa de Minas de Riotinto