Etiqueta: parada biológica

  • Los mariscadores de la coquina levantan sus rastros

    Los mariscadores de la coquina levantan sus rastros

    Las asociaciones de Ayamonte, Nueva Umbría y Doñana, que aglutinan al 60% del sector, se concentrarán el martes en la Consejería de Agricultura para pedir una parada biológica «inevitable»

    Las asociaciones de mariscadores a pie de la coquina de Ayamonte, Nueva Umbría (Lepe) y Doñana (Almonte), cansados de la «falta de respuesta» por parte de la Junta de Andalucía y de que no las tengan en cuenta como interlocutores directos del sector pese a aglutinar al 60 por ciento de las licencias profesionales de todo el litoral onubense, dejarán las playas el próximo martes para marchar con sus rastros hacia Sevilla. En concreto, se concentrarán, a partir de las 9:00 horas, ante las puertas de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural “con la esperanza y la exigencia” de reunirse con el director general de Pesca y Acuicultura, José Manuel Martínez Malia, tras más de dos años de instancias, “mediante múltiples escritos”, desoídas y ante una situación del caladero que va camino, “si no se toman medidas drásticas, serias e inmediatas”, de tornarse en “irreversible”. La solución, según alegan sus presidentes, Juan Grao, Emilio Jaldón y Santiago Cano, es una: el cierre vigilado y subvencionado de la pesquería hasta su recuperación.

    La parada biológica, a juicio de los mariscadores, no es sólo inevitable, sino un mandato de la propia Orden de 20 de julio de 2023, publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) y firmada por la consejera del ramo, Carmen Crespo, que establece un Plan de Gestión para la coquina en el Golfo de Cádiz. La misma fija el límite de 1,5 kilos de este bivalvo por hora como umbral medio de captura crítico y determina, “de un modo explícito y tajante”, la paralización “automática” de la actividad “hasta que los resultados del seguimiento científico ofrezcan las garantías técnicas suficientes” para que la misma se pueda retomar. Desde que culminó la veda el pasado 18 de junio (hasta donde se alargó desde el 1 de mayo), el balance de los mariscadores no llega más allá de los dos o tres kilos en talla comercial por jornada (unas tres horas de faena en torno a la bajamar). “No hay más preguntas, señoría”, concluyen.

    Las tres entidades se desmarcan así de la Federación de Asociaciones de Mariscadores a pie del Golfo de Cádiz, que engloba a los profesionales de Pilas, Villamanrique y Carrión, en Sevilla; y Moguer, Punta Umbría e Isla Cristina, en Huelva. Lo hacen después de que ésta desconvocara la manifestación prevista el pasado martes 26 de septiembre no ante la Consejería, sino ante la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (Agapa) para reclamar vigilancia. La movilización quedó suspendida tras la celebración de una reunión con el director general de Pesca y Acuicultura de la que, de momento, no ha trascendido nada. Ayamonte, Nueva Umbría y Doñana no entienden las razones de tanta opacidad “ni podemos consentir que se nos excluya de las mesas y la toma de decisiones”. La situación, cada vez más insostenible en términos sociales y ambientales, con un “serio peligro” para 250 puestos de trabajo y para un producto estrella de la gastronomía de Huelva como es la coquina, “lo requiere”, porque “es mucho lo que está en juego”, aseveran.

    Furtivismo y nula vigilancia

    El caladero, desde la óptica de los representantes del sector, ha quedado reducido a su mínima expresión, “a cenizas”, como consecuencia de la generalización y la impunidad de un furtivismo animado por una vigilancia que “brilla por su ausencia”. El daño viene, según detallan, de los turistas “sin conciencia” en las playas y de la afluencia de barcos (en su mayor parte, rastros remolcados, aunque también dragas hidráulicas), “que no respetan los límites de costa” y se adentran, en muchos casos con nocturnidad, en la zona reservada al marisqueo a pie. Todo ello, sin olvidar las lanchas ilegales de recreo o el problema enquistado de los mariscadores sin licencia.

  • La Junta convoca las ayudas por la veda de la coquina

    La Junta convoca las ayudas por la veda de la coquina

    Agricultura asigna 350.000 euros para reducir el impacto social y económico de una paralización temporal obligatoria que se extendió desde el 1 de mayo al 18 de junio

    No había noticias y llegaron. La Junta de Andalucía ha reaccionado al “zarandeo” de los mariscadores a pie de la coquina ante el “calamitoso” e “insostenible” estado en el que han encontrado el caladero onubense de este molusco bivalvo en su totalidad, desde Isla Canela hasta Doñana, tras la veda. Si bien, como adelantó Tinto Noticias el pasado lunes, urgen el cierre “inmediato” y “subvencionado” de la pesquería al no alcanzar, “ni de lejos”, según manifiestan, el umbral medio de captura crítico de 1,5 kilos por hora fijado por el Plan de Gestión de la especie en el Golfo de Cádiz, la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural atiende, al menos, su otra demanda y convoca las ayudas prometidas por la última parada, que se alargó desde el 1 de mayo hasta el 18 de junio.

    En total, así ha tomado conocimiento el Consejo de Gobierno, el departamento autonómico dirigido por Carmen Crespo pone al servicio de los 250 mariscadores con licencia para trabajar a pie en el litoral onubense, “por primera vez en la historia”, un montante de 350.000 euros como compensación por aquella paralización temporal de la actividad. El objetivo, insiste la Consejería, es la reducción del impacto socioeconómico de las vedas obligatorias sobre las familias de Huelva, Sevilla y Cádiz que dependen de la captura artesanal de un recurso de alto interés comercial -y baluarte de la gastronomía andaluza- como es la coquina y que es posible, continúa, gracias a un Plan Andaluz de Gestión aprobado el pasado mes de julio para reconocerlos como “pescadores de pleno derecho”.

    Un paso, pero insuficiente

    La medida se produce cuando los profesionales del sector planteaban ya, incluso, una manifestación para el próximo 21 de septiembre en Sevilla, a las puertas de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural. Sin que, de momento, pueda confirmar si la protesta sigue adelante o no, el presidente de la Asociación de Mariscadores ‘Nueva Umbría’, de Lepe, Emilio Jaldón, valora el gesto como un paso, pero lo considera “insuficiente”. La esquilmación del caladero es tal que, desde su óptica, sólo cabe el “cierre total” del mismo, “y con una vigilancia minuciosa que evite que el furtivismo, como hasta ahora, campe a sus anchas”, hasta que los estudios científicos avalen su reapertura una vez recuperado el recurso y garantizadas su sostenibilidad y la rentabilidad de la actividad.

    Uno de los mariscadores de Doñana, Sergio Maldonado, de Almonte, secunda las reivindicaciones y lamenta que no hayan tenido una primera respuesta, en forma de una ayuda que esperaban, “como agua de mayo” ante el ahogo económico que sufren, desde hace tres meses, hasta que han levantado la voz. No obstante, “no queremos un caramelo, sino una solución definitiva”, un punto en el que no entiende que el departamento que encabeza Carmen Crespo anuncie incrementos de licencias profesionales a pie sin poner remedio antes a la “ruina” de unas capturas que se limitan, “y no siempre”, a escasos tres kilos de coquina en talla comercial por jornada (un salario mínimamente digno requeriría, a su juicio, unos ocho kilos). Con ello, ha censurado, “parecen no querer ver la realidad de un sector que agoniza”.