El portavoz de la plataforma ciudadana, José Luis Lozano Álbez, repasa en una entrevista concedida a Tinto Noticias la situación de los damnificados dos meses después de la inundación
El pasado 19 de diciembre, Nerva sufrió una de las mayores inundaciones que se recuerdan a lo largo de su corta pero intensa historia. Una inmensa ola de temor cubrió de tristeza a la población minera, que todavía sufre las consecuencias de aquella riada. Dos meses después, TINTO NOTICIAS -El periódico de la Cuenca Minera de Riotinto- se ha puesto en contacto con el portavoz de la plataforma de afectados, José Luis Lozano Álbez, para conocer de primera mano cómo se está desarrollando la vuelta a la normalidad.
– ¿En qué situación se encuentran los afectados por la inundación?
– Ya me gustaría contaros otra cosa, pero no tengo más remedio que decir que los afectados se encuentran en el más absoluto de los abandonos. Parece impropio que en un país del primer mundo como en el que aparentemente vivimos, las administraciones tarden tantísimo tiempo en dar respuesta a las víctimas de una desgracia.
– ¿Tan mal está la situación?
– Juzguen ustedes mismos, el Consorcio valorando a la baja, el Gobierno central comunicándole a los afectados que el procedimiento se puede alargar hasta seis meses. Y todo ello sin olvidar que seguimos en peligro, pues aún no se ha acometido el desvío del barranco de Santa María.
– Vayamos por partes, ¿qué sucede con el Consorcio?
– Inexplicablemente, el Consorcio está dirigido y orientado a que funcione como una corporación empresarial en vez de cómo una entidad pública que debe socorrer a las víctimas de riesgos extraordinarios. Desde el propio tono altivo con el que en algunas ocasiones se dirige a las víctimas hasta las valoraciones a la baja que viene ofreciendo son indignas de una entidad amparada por el gobierno que se ideó para socorrer a los afectados por catástrofes, a aquellas personas a las que, sin comerlo ni beberlo y sin que medie responsabilidad propia de por medio, les cambia la vida de la noche a la mañana. Si un Gobierno no es capaz de dar las directrices para que el Consorcio acuda raudo y con la sensibilidad adecuada a atender las necesidades de los asegurados, sencillamente, es que no está en lo que tiene que estar.
– ¿Y con las ayudas del Estado?
– Las ayudas del Estado son lentas y se hallan inmersas en una maraña burocrática que propicia la desaparición del espíritu solidario que justifica la aplicación de este tipo de medidas. La lentitud solo se explica desde la más absoluta falta de sensibilidad. La realidad es que aquí estamos sin recibir ni un solo euro dos meses después de la tragedia y puedo asegurarles que, de la misma manera que hay afectados que pueden tirar para adelante, hay otros, en cambio, que no pueden llegar a fin de mes. Es más necesario que nunca que todos, desde el funcionario que coteja los papeles hasta su más alto responsable político, se pongan en la piel de esas personas que pasan la noche en vela temiendo que llegue el próximo día, porque no tienen medios para tirar para adelante
Además, en lo que a la burocracia y deshumanización del proceso se refiere, me gustaría decir que es algo inaudito. Se rellenan unas solicitudes y ahora, desde Madrid, alguien observa y valora tu petición advirtiéndote de que, si en seis meses no te han contestado, consideres el silencio administrativo como desestimación de tu ayuda. Como pueden comprobar, es un proceso alejado del ciudadano y que nos presenta a la administración como ajena, en vez de cómo semejante.

– ¿Y cómo se solucionaría eso?
– No nos corresponde a los afectados indicar cómo se solventa esta problemática. Doctores tienen las cátedras, pero a mi modesto entender, considero que cuando se producen este tipo de tragedias debe tomar más protagonismo la administración local, pues nadie mejor que ella conoce las circunstancias que rodean a cada una de las víctimas. Una alternativa podría ser un traspaso de fondos de la administración central a la local, a modo de actuación de choque, que propiciase que se actúe lo antes posible. De todas formas, solo se trata de aunar rapidez y eficacia y lamentablemente la lejanía de la burocracia acaba con la inmediatez e impide, en muchísimas ocasiones, la eficacia de la asistencia, solicitando requisitos intrascendentes que vulneran el verdadero espíritu solidario que debe imperar en este tipo de ayudas.
– ¿Qué puede decirnos sobre la ejecución del desvío del Barranco de Santa María?
– Pues puedo decirles que es la principal reclamación de la Plataforma de Afectados por la Inundación de Nerva, pues todos los damnificados entienden que, por encima de que se reparen sus pérdidas y por encima de recuperar la normalidad, está que este peligro amenazante desaparezca de una vez por todas de sus vidas.
No podemos olvidar que esta situación viene produciéndose desde hace más de un siglo y que esta vez se rozó la tragedia más que nunca. Mejor que no pensemos en qué hubiese sucedido si esta riada hubiese atravesado Nerva una hora después, con el teatro lleno de niños y sus padres. Lo dicho, mejor no pensarlo.
Por ello, no podemos permitir que Nerva viva ni una vez más esta situación, sobre todo si tenemos en cuenta que los temporales desmedidos cada vez se prodigarán más debido sobre todo al cambio climático, por lo que estamos abocados a que cada vez se produzcan con más frecuencia.
Sin embargo, hasta el momento no hemos tenido ninguna notificación por parte de la administración autonómica informándonos de los resultados del estudio que se nos anunció, lo cual quiere decir que seguimos viviendo bajo un peligro latente. Allá cada uno con su responsabilidad.
Reafirmo que este es un asunto de máxima prioridad, pues afecta a los vecinos y vecinas de Nerva, a su día a día, a sus negocios, a su manera de entender y desarrollar su vida, por lo que instamos a la administración autonómica a que desvíe el cauce cuanto antes y libere del temor a todos esos nervenses que no logran conciliar el sueño cada vez que empieza a llover.
– Pero tengo entendido que se han llevado a cabo algunas actuaciones
– Se ha llevado a cabo una limpieza del cauce, que aunque tardía, es bienvenida. Ahora bien, si alguien piensa que con esa actuación se ha cumplido con Nerva, la respuesta es no. Este problema ha ido demasiado lejos y ha producido demasiados daños como para que nos conformemos con parches que por experiencia sabemos que acaban difuminándose en el tiempo.
Si de algo sabemos en esta tierra, es del olvido al que nos han abocado las administraciones. Estamos ante una magnífica oportunidad de compensar parte de ese abandono histórico que se mantiene con Nerva.
– Y la Diputación, ¿qué papel ha desempeñado hasta ahora?
– La Diputación anunció inmediatamente la concesión de una ayuda de 33.000 euros y recibimos visitas de sus representantes durante los primeros días de la tragedia, para después no volver a aparecer, como sucedió también con los de las distintas delegaciones de la Junta de Andalucía. A todos ellos aprovecho para decirles que nos encontramos ante las mismas dificultades que nos sobrevinieron aquel 19 de diciembre.
En todo caso y más allá de estas circunstancias, en la reunión que mantuvimos con ellos, se les trasladó principalmente dos demandas: de un lado que la cantidad aportada es insuficiente a todas luces y que debe ser incrementada, y del otro, que queremos un pronunciamiento en el que desde esa casa de todos que es la Diputación se exija la acometida de la obra del desvío del Barranco de Santa María.
– ¿Cómo les ha ido por las distintas administraciones que han visitado?
– Pues la verdad es que tanto en la Subdelegación del Gobierno como en la Junta de Andalucía y en la Diputación hemos recibido bastante cariño y cordialidad, aunque creo que comprenderán que ya va siendo hora de que ese cariño y esa cordialidad se traduzca en la aceleración de la llegada de las ayudas por un lado y en la acometida del desvío por otro.
– ¿Y el Ayuntamiento?, ¿Cómo está actuando?
– Hay parte de la población que identifica al Ayuntamiento con el equipo de gobierno y otra que lo identifica como el lugar donde están representadas todas las sensibilidades políticas elegidas por los ciudadanos. Teniendo en cuenta estas dos visiones e intentando ser lo más claro posible a la hora de responder, me gustaría aclarar que todos los partidos a nivel local se están dejando el alma por solucionar esta terrible situación. Desde esa certidumbre, tengo la certeza de que si dependiera del alcalde, José Antonio Ayala, ya estarían aquí las ayudas del Gobierno central, igual que estoy seguro de que si el desvío del barranco dependiera del portavoz del PP, José Antonio Lozano, se haría inmediatamente. Y creo, sin el más mínimo temor a equivocarme, que si alguna de estas cuestiones dependiera de Dolores Cabello, estaría ya solventada. Tengo que decir, porque es la verdad, que a todos ellos les he visto dejarse la piel en las distintas reuniones que hemos mantenido.
En lo que al equipo de gobierno se refiere, tengo que decir que se le realizó una petición de exención de impuestos a los afectados y aunque tenemos la promesa de que se atenderá, aún no se ha aprobado y este tipo de cuestiones es necesario acometerlas con la mayor celeridad posible, pues son fundamentales a la hora de reparar el daño sufrido por los afectados.
Más allá de eso, la coordinadora de la plataforma ha mantenido distintas reuniones con el alcalde en las que hemos intentado hacerle ver nuestro punto de vista y tengo que decir que, hasta el momento, tenemos un buen grado de entendimiento.
– ¿Tengo entendido que el próximo sábado realizáis una actuación?
– Efectivamente el próximo sábado vamos a realizar una Marcha Reivindicativa por las calles de Nerva bajo el lema ‘Nerva, solución inundaciones y atención a las víctimas ya’. Será una concentración en la que reivindicaremos una solución definitiva a las inundaciones que provoca el continuo desbordamiento del barranco de Santa María y que las administraciones activen las ayudas a los damnificados lo antes posible.
Se enmarcará dentro de un ambiente familiar, en un acto al que se han sumado las principales asociaciones y colectivos nervenses. Esperamos una afluencia masiva porque entendemos que este es un problema que nos concierne a todos y que entre todos debemos luchar para que se solucione.
– ¿Algo más antes de concluir?
– Pues sí, no me gustaría terminar sin agradecer cada una de las ayudas solidarias que a día de hoy seguimos recibiendo. Han sido tantas las muestras de cariño que han conseguido que no nos sintamos solos.
Llegaron antes que nadie y se irán después de que se vaya el último. Su rapidez y cercanía debería sonrojar a las distintas administraciones. Sin ellos, este camino sería muchísimo más duro.
No me atrevo a dar nombres, porque de sobra sé que no colaboraron por notoriedad y porque, con mi torpe memoria, seguramente me olvidaría de alguien.
Gracias a todos y a todas.