Científicos e ingenieros de la Universidad de Granada diseñan una FFP2 que avisa al usuario a través de su teléfono móvil
Científicos e ingenieros de la Universidad de Granada (UGR) han desarrollado y evaluado una mascarilla FFP2 inteligente, que avisa al usuario a través de su teléfono móvil cuando se superan los límites de dióxido de carbono (CO2) permitidos dentro de ella.
Este importante avance científico pone solución a un problema muy importante desde que comenzó la pandemia: el CO2 que reinhalamos dentro de nuestra mascarilla. Cuando utilizamos mascarillas tipo FFP2, se produce una concentración de CO2 entre la cara y la mascarilla superior al ambiental (~0.04%) debido al gas exhalado durante la respiración, cuya reinhalación provoca efectos adversos para la salud, incluso en personas sanas, como malestar, dolor de cabeza, fatiga, disnea, mareos, sudoración, aumento de la frecuencia cardiaca, debilidad muscular y somnolencia.
Además, se sabe que dichos efectos negativos están relacionados tanto con la duración de la exposición, como con la concentración de gas en sí mismo. A modo de ejemplo, algunas normativas sanitarias recomiendan un valor máximo de 0.5% de CO2 en el ambiente laboral (promediado durante una jornada de 8 horas), o que se considere una exposición de 30 minutos al 4% de CO2 como muy perjudicial para la salud.
“Desde la declaración de pandemia mundial por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a la propagación de la COVID-19, el uso universal de mascarillas se ha recomendado o impuesto a la población en general, en un esfuerzo por prevenir la rápida propagación del SARS-CoV-2. Sin perjuicio de la evidencia generalizada a favor de las mascarillas para reducir la transmisión comunitaria, también existe un amplio acuerdo sobre los posibles efectos adversos causados por su uso prolongado, principalmente como consecuencia del aumento de la resistencia respiratoria y la reinhalación del CO2 situado en esa región interior de la mascarilla”, señalan los autores de esta investigación.
La mascarilla FFP2 inteligente diseñada en la UGR permite determinar en tiempo real, mediante un teléfono móvil, el dióxido de carbono reinhalado. Este método supone un avance significativo como sistema vestible caracterizado por su bajo coste, escalabilidad, fiabilidad y confort para la monitorización de magnitudes de interés para la salud.
Este trabajo, publicado en la prestigiosa revista Nature Communications, ha sido realizado por el equipo de investigación multidisciplinar ECsens entre los departamentos de Química Analítica y Electrónica y Tecnología de los Computadores de la UGR, que han desarrollado un sistema de detección portátil en tiempo real y sin batería para la medida del CO2 gaseoso en dicho volumen interior de la mascarilla.
Sensores para medir parámetros de interés
Si bien las mascarillas estándar simplemente actúan como filtros de aire para las vías nasal y/o bucal, la integración de sensores para medir parámetros de interés se considera un valor añadido para mejorar su uso y efectividad, creando un nuevo paradigma de mascarillas inteligentes.
“El sistema que proponemos consiste en la inclusión, dentro de una mascarilla FFP2 estándar, de una etiqueta flexible compuesta por un sensor de CO2 optoquímico novedoso de desarrollo propio junto a toda la electrónica de procesamiento de la señal. Ambos se han impreso en un sustrato polimérico ligero y flexible, conformando a lo que denomina una ‘etiqueta sensora’, sin originar ningún malestar para el usuario”, destacan los autores. La etiqueta fabricada no usa baterías, porque se alimenta de forma inalámbrica con el enlace de comunicación NFC (el que se usa para el pago inalámbrico, por ejemplo) de un teléfono inteligente mediante una aplicación de Android. Dicha app también se utiliza para el procesamiento de datos, la gestión de alertas y la visualización y el intercambio de resultados.
Los científicos de la UGR han realizado pruebas preliminares de esta mascarilla inteligente con sujetos, tanto con actividad sedentaria como durante la realización de ejercicio físico. “Nuestros resultados, que están en línea con ensayos clínicos previos, proporcionan valores de CO2 entre el 2% durante actividades sedentaria hasta valores máximos de casi un 5% durante ejercicio físico de alta intensidad. Estos valores son significativamente mayores al rango de 0.04% – 0.1% de CO2 que se tienen en atmósfera abierta o ambientes típicos de trabajo considerados saludables. Si bien las pruebas realizadas no constituyen un ensayo clínico formal, su propósito es dar una idea del potencial del sistema desarrollado en el campo de los sensores vestibles para el control no invasivo de la salud”, señalan los autores.
Los científicos destacan que esta mascarilla es 100% respetuosa con el medio ambiente, ya que no usa baterías, e implementa la alimentación de manera inalámbrica mediante el teléfono móvil estándar.
Todas estas características refuerzan las aplicaciones del dispositivo de bajo coste propuesto en los campos de la monitorización de la salud no invasiva, la investigación preclínica, el pronóstico y el diagnóstico con dispositivos electrónicos portátiles, pudiendo extenderse su uso mediante la inclusión de otros sensores para monitorizar otras magnitudes de interés.
Serán analizados por José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Forense de la Universidad de Granada, para determinar la procedencia del almirante
Se retoma uno de los estudios científicos más esperados por la comunidad histórica y colombinista. Cristóbal Colón falleció el 20 de mayo de 1506 en Valladolid, dejando como legado un interrogante rodeado de misterio: su verdadero origen, el verdadero origen del hombre que llevó a cabo la gran hazaña del Descubrimiento de América, que tuvo a Palos de la Frontera y la provincia de Huelva como punto de partida.
515 años después de su muerte, los restos óseos atribuidos a Colón, a su hijo Hernando y a su hermano Diego saldrán de la cámara de seguridad de la Universidad de Granada para ser analizados en la propia universidad y trasladados a diferentes laboratorios de identificación genética de Europa y América. Una investigación que alcanza su fase final con el estudio del ADN y que podría cambiar los libros de historia.
La teoría oficial afirma que Colón fue un genovés hijo de una familia de tejedores, pero en los últimos años numerosas teorías han cuestionado su procedencia. Algunas de ellas localizan su procedencia en diversas partes de España, pero muchas otras apuntan a lugares como Portugal, Croacia e incluso Polonia.
Hace casi veinte años, José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Forense de la Universidad de Granada dirigió un equipo multidisciplinar que logró exhumar el sepulcro del almirante situado en la Catedral de Sevilla y extraer parte de los restos para su posterior estudio. Todo ello con el objetivo de ahondar en uno de los enigmas más misteriosos de la historia: el origen aún por determinar del descubridor de América.
Desde 2003, los huesos de Colón han permanecido a resguardo en una sala blindada de la Universidad de Granada. El día 20 de mayo se cumplen 515 años de la muerte de Colón y será el momento escogido por el equipo de profesionales a cargo de la investigación para iniciar el análisis genético de los restos óseos atribuidos al descubridor de América, a su hijo Hernando y a su hermano Diego. Es la etapa más decisiva y la que ha requerido mayor tiempo de espera hasta disponer de una ingeniería genética avanzada que garantizara mayores posibilidades de éxito, como se ha destacado este miércoles, 19 de mayo, durante la presentación de esta fase final del proyecto.
Se trata de la investigación científica más ambiciosa sobre el origen Colón, que recopila el trabajo desarrollado por las diferentes tesis surgidas hasta el momento y que cuentan con posible material genético de Cristóbal Colón. Valencia, Portugal, Cataluña, Galicia, Navarra o Mallorca serán algunas de las posibilidades que serán analizadas comparativamente por el equipo del Dr Lorente. El análisis genético que se llevará a cabo en los próximos meses podría ser la pieza fundamental que unifique todas las ramas de trabajo y permita conocer un poco más sobre la vida del descubridor de América.
Primer encuentro mundial de distintas teorías
Como preludio a esta etapa, el traslado de los restos está precedido por el primer encuentro mundial de los autores que defienden las diversas teorías sobre el origen del descubridor. Este 19 de mayo, la Universidad de Granada acoge una jornada de ponencias en la que cada uno de los representantes expone los indicios y resultados obtenidos durante sus estudios. A continuación, harán entrega de todo el material recopilado hasta el momento al Dr Lorente. Fuentes documentales, restos genéticos y documentos históricos que formarán parte del proyecto y estarán destinados a contribuir a tratar de esclarecer científicamente este interrogante histórico.
515 años después de su muerte, una amplia comunidad de profesionales interdisciplinares ha decidido dar un paso más allá y unir fuerzas en esta investigación de gran relevancia histórica. El viaje recorrido por los restos de Colón y su posterior estudio formará parte de una película y una miniserie documental producida por TVE y Story Producciones. Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, la extensa trayectoria en divulgación científica de ambas entidades ha sido el motor de inicio para el desarrollo del proyecto Colón ADN, su verdadero origen.
El documental mostrará las distintas pruebas científicas y exhumaciones que en el curso de la historia se han realizado sobre los restos del descubridor. Alternará la investigación del ADN en tiempo presente con recreaciones históricas de la vida de Colón que tendrán como punto final el resultado aportado por el estudio del Dr.Lorente. Un final que podría cambiar para siempre los libros de historia.
Teoría valenciana:
Colón tenía una identidad dual: «genovés de nación» y ciudadano de Valencia
Ponente: Francesc Albardaner i Llorens, ,iembro de la Sociedad Catalana de Estudios Históricos del I.E.C. y socio de la Institución Catalana de Genealogía y Heráldica.
Francesc Albardaner i Llorens
Resumen: La investigación de Francesc Albardaner sitúa a Cristóbal Colom en Valencia en el seno de una família de judíos conversos, cuyo oficio era el de tejedores de seda, a la que pertenecía su madre. Su padre fue un emigrante de la Liguria que llegó a Valencia con el clan de los Gavoto de Savona, que crearon empresas de tejidos de seda y brocados y molinos de papel en Valencia, desde el año 1445 o poco antes. El matrimonio puede considerarse intragremial, hecho frecuente en aquella época. Debido a ser hijo de un matrimonio mixto, tanto podía presentarse como “genovés de nación”, por ser hijo de un padre genovés, o como súbdito natural de la Corona de Aragón, por ser un ciudadano del Reino de Valencia. Cristóbal Colom tuvo una educación también dual: cristiana en la esfera pública y judía en el claustro familiar. Fue en realidad un criptojudío a quien no le interesaba dar a conocer sus orígenes hebraicos en los difíciles momentos de la imposición de la inquisición castellana en todos los territorios de la Corona de Aragón. Su origen judío sefardita fue uno de los motivos principales que le obligaron a no difundir su procedencia.
Teoría portuguesa:
Colón era en realidad un corsario portugués
Ponente: Fernando Branco, profesor de la Universidad de Lisboa (IST, Instituto de Engenharia) y miembro honorario da Academia Portuguesa de Historia.
Fernando Branco
Resumen: La hipótesis portuguesa afirma que Cristóbal Colón en realidad se llamaba Pedro Ataíde y era un corsario portugués. El profesor Fernando Branco recoge en su libro “Cristóbal Colón, noble portugués” las numerosas coincidencias entre la vida del almirante y la de Ataíde, incluso han participado ambos en la guerra de Aragón y la batalla naval del Cabo de S. Vicente. Lo que se conoce de Pedro Ataíde justifica, como sucedió con Colón, su huida a Castilla en 1485, sus conexiones con la nobleza portuguesa en Sevilla y el texto de la carta que le envió D. Juan II. También justificaría, a la vuelta del primer viaje, su reconocimiento por parte de João da Castanheira en la isla de Santa María y la visita a la Reina de Portugal en el convento de Castanheira. En 2017 el grupo de investigadores de la Universidad de Coimbra y del Instituto Superior Técnico de Lisboa exhumó los restos óseos del primo paterno de Pedro Ataíde. Los huesos de Antonio de Athayde, primer conde de Castanheira y primo del corsario portugués, fueron exhumados de la iglesia donde fue enterrado, cerca de Lisboa, con el fin de extraer el ADN nuclear.
Teoría portuguesa 2:
Colón, hijo bastardo de la princesa de Portugal
Ponentes: José Mattos e Silva y Antonio Mattos e Silva.
José Mattos e Silva y Antonio Mattos e Silva
Resumen: Cristóbal Colón fue hijo bastardo de la princesa Leonor de Aviz y D. Joao Menezes da Silva, justo en el periodo de las negociaciones para el futuro matrimonio de la princesa con el emperador Frederick III, por lo que no podría ser considerado como hijo de la princesa y fue adoptado por uno de sus siervos. Ambos investigadores aportan muestras genéticas de la supuesta rama paterna y materna.
Teoría navarra:
Colón trasladó a América el topónimo de Ainza
Ponente: Jose Mari Ercilla, investigador y médico retirado.
Jose Mari Ercilla
Resumen: Según la tesis de José Mari Ercilla, Cristóbal Colón nació en la Baja Navarra y portaba el antígeno HLA-B27, característico de los agotes. Todos los personajes importantes de la vida de Colón tienen un fuerte vínculo con Navarra y gran parte de su vocabulario coincide con el de la zona de ultrapuertos. El topónimo Ainza, era el nombre del pueblo de la Baja Navarra en el que nació Cristóbal Colón (actualmente Ainhice Mongelos). Este nombre no ha existido en otra parte del mundo más que en América y tras el descubrimiento de esta por Colón. Un nombre que solo alguien nacido allí podría conocer pues los Colom, según los censos reales navarros, habitaban este pueblo de tan solo cinco casas.
Teoría mallorquina:
Colón era hijo secreto del Príncipe de Viana
Ponente: Gabriel Verd Martorell, historiador y presidente de la Asociación Cultural Cristóbal Colón.
Gabriel Verd Martorell
Resumen: La teoría de la procedencia mallorquina de Cristóbal Colón no se ha visto corroborada documentalmente hasta el pasado siglo en el que diferentes historiadores han tratado de demostrar que el descubridor fue hijo natural de Don Carlos, Príncipe de Viana (hermano del Rey Fernando el Católico) y de la mallorquina Margalida Colom. Nació en Felanitx, Mallorca en 1460. Esta teoría ha sido defendida por historiadores de gran prestigio como el sevillano Manuel Lópéz Flores, el venezolano Hermano Nectario Maria y Torcuato Luca de Tena, etc. Colón durante su tercer viaje al Nuevo Mundo bautizó en la costa de Venezuela en 1498 la isla Margarita con el nombre de su madre y lo escribió en mallorquín «Margalida». El gran filólogo español Ramóm Menéndez Pidal ha demostrado que Colón «escribía siempre en latín o en español, nunca en italiano ni genovés y tampoco en sus escritos no aparecen italianismos». En abril de 1492 se firmó en Santa Fe de Granada un importante documento de incalculable valor histórico que se conoce como «las Capitulaciones de Santa Fe» y en el que quedaron estipuladas todas las condiciones establecidas entre el Descubridor y la Corona, mediante las cuales se llevaría a cabo la empresa del descubrimiento. En el mencionado documento a Colón se le nombra Almirante, Virrey y Gobernador General. También se le concede el Título de «Don», que como nos cuenta el profesor Juan Manzano en una de sus publicaciones»era un título honorífico y de dignidad que usaban los reyes y los miembros de su familia». El cargo de Virrey y Gobernador General aparecen en la época del descubrimiento en la Corona de Aragón y no en la castellana. Son cargos de elevado rango social e incluso el de Gobernador General estaba reservado a personas de sangre real. Otro dato importante a resaltar es que Colón gozaba de una cultura extraordinaria para su época. Todos estos datos,junto a otros, defienden la hipótesis de que el descubridor no podía ser el genovés Cristóforo Colombo, tejedor de paños y tabernero.
Teoría gallega:
Colón era de origen gallego
Ponente: Eduardo Esteban Meruéndano, presidente de la Asociación Cristóbal Colón Galego ‘Celso García de la Riega’.
Eduardo Esteban Meruéndano
Resumen: El posible origen gallego de Cristóbal Colón se postuló en 1898 como primera refutación al origen genovés, de mano del pontevedrés Celso García de la Riega. Los documentos, la toponimia y el lenguaje fueron la base fundamental del sustento de una teoría conocida, seguida y divulgada por historiadores (Enrique Zas Simó, Constantino de Horta y Pardo), pedagogos (Virgilio Hueso Moreno, Ramón Marcote Miñarzo, Nicolás Espinosa Cordero), académicos (Wenceslao Fernández Flórez, Emilia Pardo Bazán) o personajes de la cultura (Ramón María del Valle – Inclán, Torcuato Luca de Tena y Álvarez Ossorio), entre otros muchos. En 1928, silenciada por presiones políticas ante la inminente celebración de la Exposición Iberoamericana de Sevilla.
La reciente legitimación de los históricos documentos por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (2013), que contienen los apellidos “Colón” y “de Colón”, al igual que las Capitulaciones de Santa Fe, podrían situar a la familia del navegante en Pontevedra, antes y durante el Descubrimiento.
Teoría castellana:
Colón era castellano
Ponente: Alfonso C. Sanz Núñez, autor del libro ‘Don Cristóbal Colón. Almirante de Castilla’.
Alfonso C. Sanz Núñez
Resumen: La tesis castellana afirma que Cristóbal Colón nació en Espinosa de Henares (Guadalajara) el 18 de junio de 1435. Era nieto de don Diego Hurtado de Mendoza, Almirante de Castilla Fue su madre doña Aldonza de Mendoza, duquesa de Arjona. Falleció de un parto doble. En el testamento de esta Señora, hecho dos días antes de su muerte, figura Cristóbal Genovés, a quien deja 13.000 maravedíes. El hermano gemelo del Almirante, Alfón el Doncel, fue asesinado cuando tenía cinco años. Su tío, el marqués de Santillana, le usurpó su herencia. Los reyes le concedieron con las mismas prerrogativas que tenía el Almirante de Castilla el título de Almirante de la mar Océana antes del Descubrimiento, porque le correspondía por linaje. Los emblemas de su abuelo y de su madre figuran en el escudo de armas de Colón.
Teoría portuguesa 3:
Colón, bastardo de la Casa Real y espía al servicio del Rey de Portugal
Ponente: Carlos Evaristo.
Carlos Evaristo
Resumen: Cristóvão Colom no sería genovés, sino que podría ser un hijo bastardo de Dom Fernando, duque de Beja y Viseu, y de Isabel Gonçalves Zarco, con ascendencia judía y genovesa. Su nombre sería Salvador Fernandes Zarco y sería originario de Cuba, Alentejo. Colom sería un capitán de guerra, un espía como 007, con licencia para matar, al servicio del rey Juan II de Portugal. La misión de este supuesto hermano del rey Manuel I era desviar la atención de los Reyes Católicos de la verdadera ruta hacia la India, ofreciéndoles una ruta alternativa. Este engaño permitió que Portugal negociara un nuevo Tratado para quedarse con la India y con la posesión de las tierras de Brasil y Canadá que ya habían sido descubiertas. Carlos Evaristo además de estudiar las tumbas del Duque de Beja y sus hermanas, todas extrañamente vacías, identificó una urna de plomo con los restos del Príncipe Miguel da Paz, hijo de D. Manuel I en la Cripta de la Capilla Real de Granada a la espera de la autorización para abrirla. También se aseguraron otras reliquias insignificantes vinculadas a la Casa Real portuguesa que servirían como principales muestras de ADN para permitir finalmente confirmar o no esta que es la teoría del Colón portugués más antiguo.
Una investigación promovida por la Universidad de Granada determinará el origen del almirante
Diversos laboratorios de identificación genética de Europa y América analizarán las muestras de ADN de los restos óseos atribuidos a Cristóbal Colón, a su hijo Hernando y a su hermano Diego con el objetivo de determinar el origen del almirante que protagonizó la hazaña descubridora que tuvo a Huelva y Palos de la Frontera como punto de partida.
Así lo han comunicado desde la Universidad de Granada (UGR), cuyo catedrático de Medicina Forense José Antonio Lorente, junto al historiador Marical Castro, ha sido el encargado de promover esta investigación, de cuya fase final de estudio se ofrecerán todos los detalles este miércoles en rueda de prensa.
Lorente estará acompañado por la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda Ramírez, el productor ejecutivo de Televisión Española (TVE), Andrés Luque, y el director de Story Producciones, Regis Francisco López, representantes de dos entidades, estas últimas, que coproducirán una película documental en la que quedarán registrados y documentados los trabajos que se realicen.
Asimismo, la Facultad de Medicina de la UGR acoge este miércoles, de 15.00 a 20.00 horas, una serie de ponencias de varios expertos sobre el origen de Cristóbal Colón, quienes expondrán cada una de sus teorías. La apertura del acto correrá a cargo de los propulsores de la investigación, el citado José Antonio Lorente y el historiador Marical Castro.
Investigadores analizan más de 73.000 estudios con una muestra de 65 millones de mujeres embarazadas y sus recién nacidos
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) ha determinado que tener altos niveles de estrés durante el embarazo aumenta el riesgo de tener hijos e hijas con autismo, obesidad y cólico del lactante.
El estudio, publicado en la revista Midwifery, se ha basado en una amplísima muestra formada por 65 millones de mujeres embarazadas y sus recién nacidos de diferentes países de Europa, Norte de América, Asia y Oceanía.
Para realizar este estudio, el investigador del departamento de Enfermería de la UGR Rafael A. Caparros-Gonzalez y el resto de los autores hicieron una revisión sistemática y meta-análisis de más de 73.000 estudios, de los cuales 42 cumplieron con los criterios de inclusión.
“El estrés es uno de los mayores tóxicos que pueden afectar a la salud y enfermedad de las personas. Concretamente, durante el embarazo, se ha asociado con diversas consecuencias negativas tanto para la mujer embarazada como para el feto que aún no ha nacido”, apunta Caparrós.
En este sentido, altos niveles de estrés durante el embarazo se asocian a un mayor riesgo para la mujer embarazada de padecer diabetes gestacional, pre-eclampsia o incluso trastornos psicopatológicos como la depresión posparto. Sobre el feto en desarrollo se relaciona con prematuridad y bajo peso al nacer. Pero los efectos del estrés durante el embarazo pueden perdurar en el recién nacido durante toda su vida, llegando esos efectos incluso a la edad adulta.
“Así, en este estudio lo que hemos descubierto es que el estrés durante el embarazo, además de sus efectos en la mujer embarazada y en el feto mientras dura el embarazo, sus consecuencias negativas pueden ir más allá del embarazo y afectar a que un niño o niña se desarrolle con autismo, tenga obesidad a lo largo de su vida o aparezca cólico del lactante”, señala el autor principal.
¿Cómo es posible que el estrés durante el embarazo afecte al desarrollo de enfermedades en los bebés aún después de haber nacido? El investigador de la UGR apunta que el estrés psicológico de la madre durante el embarazo puede atravesar la placenta y alcanzar al feto que está desarrollándose y creciendo en el útero materno.
“Este mecanismo es posible por medio de diferentes vías y todas comienzan por altos niveles de estrés durante el embarazo. El estrés psicológico materno es capaz de alterar los niveles de diferentes componentes, como la hormona del estrés cortisol, o de neurotransmisores como la dopamina, serotonina y noradrenalina, involucrados en el desarrollo y funcionamiento del cerebro”, señala Caparrós.
Además, el estrés psicológico de una mujer embarazada puede influir en las bacterias que de manera normal viven en el intestino materno (microbiota) y que intervienen en la vía intestino-cerebro de la madre y el bebé, relacionada igualmente con procesos metabólicos como la obesidad, con alteraciones inflamatorias intestinales (posiblemente asociadas al cólico del lactante) y con la madurez del cerebro y la aparición de trastornos psicopatológicos en la descendencia.
“Son varios los mecanismos por los que el estrés de una mujer embarazada puede afectar a la salud y la enfermedad de sus recién nacidos a lo largo de toda la vida. En este estudio, hemos encontrando relación con varios estados de salud (autismo, obesidad y cólico del lactante), aunque la lista podría ser mayor”, concluye el investigador.
Científicos analizan los mecanismos cerebrales implicados en la neofobia gustativa
Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han aportado nuevos datos sobre los mecanismos cerebrales relacionados con el consumo de alimentos, que podrían servir para aclarar algunos aspectos relacionados con determinados desórdenes en la alimentación.
En concreto, en un estudio realizado con ratas, Juan Manuel Jiménez Ramos, catedrático del departamento de Psicobiología de la UGR, ha analizado los mecanismos cerebrales que se esconden detrás de la neofobia gustativa, un comportamiento que limita el consumo de alimentos con sabores nuevos, no experimentados previamente por el sujeto. El trabajo ha sido publicado en la revista Neurobiology of Learning and Memory.
La neofobia gustativa es una respuesta protectora de los animales que consiste en el consumo de una pequeña cantidad de un alimento no probado previamente. Es decir, se limita la ingesta para evitar una posible intoxicación y en el caso de que al cabo de unas horas no se aprecien consecuencias negativas, la próxima vez que el sujeto se encuentre con dicha comida la tomará en mayor cantidad.
En este estudio se emplearon ratas porque son animales con un sentido del gusto y del olfato muy desarrollados, que presentan una capacidad discriminativa gustativa muy sensible, y además son pequeños y fácilmente manejables.
La hipótesis de partida se basaba en el hecho de que la corteza perirrinal y la insular, dos regiones clásicamente relacionadas con procesos de aprendizaje y memoria, están fuertemente conectadas entre sí dentro del mismo hemisferio. Quedaba por estudiar la naturaleza funcional de dicha interacción y si ésta tenía consecuencias en la neofobia.
“En el laboratorio ya habíamos demostrado previamente que una lesión bilateral en la corteza perirrinal interrumpía la neofobia, observando que los animales lesionados tomaban grandes cantidades del sabor nuevo ofrecido sobre el que no tenían registro de memoria”, explica Jiménez Ramos.
Por otra parte, hace pocos años uno de los pioneros en el estudio de los mecanismos cerebrales de la neofobia gustativa, el doctor Steve Reilly, investigador del departamento de Psicología de la Universidad de Illinois en Chicago, demostró en ratas que una lesión bilateral en la corteza insular también interrumpía la neofobia.
En base a estos descubrimientos previos, los investigadores de la UGR conocían que ambas estructuras cerebrales estaban implicadas en la neofobia y, por tanto, lo que necesitaban comprobar es si la corteza perirrinal y la corteza insular actuaban de forma conjunta, como parte de un mismo circuito.
Estudio con 32 ratas
Para ello emplearon 32 ratas, divididas en tres grupos: un primer grupo con lesiones contralaterales (animales lesionados en la corteza perirrinal de un hemisferio y la corteza insular del otro hemisferio); un segundo grupo con lesiones ipsilaterales (animales lesionados en las cortezas perirrinal e insular del mismo hemisferio), y un grupo de control operado (animales operados del mismo modo que los de los grupos anteriores, a los que no se inyectó intracerebralmente ninguna neurotoxina). Este último grupo permitió examinar el efecto de los tratamientos anteriores.
Una vez que los tres grupos de ratas se recuperaron de la cirugía, se habituó a los animales a un programa de ingestión de agua de 15 minutos por la mañana y 15 minutos por la tarde de rehidratación. Una vez estabilizado este consumo, se inició la fase experimental propiamente dicha, que tuvo una duración de 5 días. En esta fase, los animales recibieron por la mañana una solución de agua con sacarina durante 15 minutos, y por la tarde siguieron recibiendo agua. La solución de sacarina es una de las más empleadas en la mayoría de estos estudios, dado que a los animales les gusta mucho su sabor dulce, pero al mismo tiempo manifiestan una fuerte neofobia la primera vez que la prueban.
Tras terminar el experimento, para determinar si las lesiones habían afectado a la corteza insular y a la perirrinal y en qué grado, los científicos de la UGRexaminaron bajo el microscopio óptico los cerebros de los animales lesionados con métodos histológicos estándar.
Finalmente, se observó que en el grupo contralateral se consiguió afectar profundamente la neofobia gustativa, puesto que las ratas bebieron grandes cantidades de la solución de sacarina durante el primer día de exposición. Por el contrario, los grupos ipsilateral y de control operado manifestaron una neofobia normal, bebiendo significativamente menos cantidad de la solución que el grupo contralateral la primera vez que se encontraron con el nuevo sabor. “Esto significa, en primer lugar, que efectivamente ambas cortezas están implicadas en la neofobia gustativa, y en segundo, que funcionan de forma interdependiente estableciendo un circuito funcional”, apunta el investigador de la UGR.
Desconexión de las cortezas
Con respecto a las líneas de investigación posteriores a este estudio, Juan Manuel Jiménez afirma que ahora deberán investigar a qué procesos psicológicos afectan la desconexión de ambas cortezas. “En principio, la interrupción de la neofobia podría deberse a un fallo de memoria, no reconociendo el sabor nuevo como tal, o bien a un fallo emocional, no reconociendo como potencialmente peligroso el nuevo sabor, aunque caben más posibilidades”, apunta el investigador.
Preguntado acerca de si es posible extrapolar estos resultados a humanos y la implicación de la neofobia en determinados desórdenes de alimentación, Jiménez Ramos afirma que sería posible que los mecanismos cerebrales fueran parecidos a los observados en las ratas, debido a las similitudes entre humanos y el resto de animales por su continuidad evolutiva.
“Sin embargo, esto no explicaría exactamente por qué los humanos restringimos el consumo de determinados sabores nuevos, aunque sí permitiría conocer en mejor medida cómo funciona el cerebro en estos procesos. En seres humanos habría que tener en cuenta otros factores adicionales de tipo social, cultural, etc. En definitiva, es necesaria mucha más investigación en modelos animales y seres humanos”, señala el autor.